PERLA KESHI

Las perlas Keshi, encantadoramente pequeñas y desprovistas de núcleo, suelen surgir como deliciosos subproductos durante el proceso de cultivo de las perlas. En el ámbito de la terminología japonesa, el término "keshinomi", que curiosamente también se traduce como "amapola", se emplea para describir todas las perlas que maduran sin núcleo. Estas perlas poseen un atractivo excepcional y muestran una variedad de formas y dimensiones únicas.

Origen

El término "keshi" inicialmente tuvo sus raíces en Japón y designaba perlas que carecían de núcleo. El surgimiento del cultivo de perlas de Akoya durante la década de 1920 en Japón produjo una gran cantidad de perlas diminutas, a menudo con un tono gris suave, que surgieron como resultados fortuitos. Vale la pena señalar que las perlas Keshi no se incluyen en la categoría de perlas naturales. Esto se debe a que las perlas Keshi surgen inherentemente como subproductos del proceso de cultivo, distintos de la ocurrencia orgánica de las perlas naturales.

Formación y Cultivo

A una ostra se le confía un pequeño trozo de tejido y una cuenta brillante. Juntos, tejen una historia de elegancia y belleza a medida que emerge un saco de perlas, con la cuenta en su corazón, destinado a convertirse en el núcleo de una perla cultivada. Si el molusco decide separarse de la cuenta o del trozo de tejido y la cuenta se separa, la magia del nácar no abrazará la cuenta. En cambio, podría dar lugar a una espléndida sorpresa: una reluciente perla keshi.

Cualidades

Color: Blanco roto, champán y azul plateado

Tamaño: Generalmente de tamaño más pequeño en comparación con otros tipos de perlas, oscilando entre 2 y 8 mm.

Forma: Irregulares y de perfil más plano respecto a las perlas barrocas.

Lustre: Irradiando un brillo encantadoramente alto, una luminosidad similar al brillo de una gema meticulosamente facetada, cautivando con su fascinante óptica.
reflectancia.

Valor

Las perlas Keshi tienen un atractivo especial en el mundo de las perlas, ya que están compuestas enteramente de nácar puro y natural. Dado el valor inherente del nácar, las perlas Keshi suelen tener un precio por peso, al igual que las piedras preciosas.