PERLAS BARROCAS

Las perlas baroque exhiben una singularidad encantadora, caracterizada por sus formas irregularmente encantadoras y no esféricas. Estas formas abarcan un espectro, que va desde desviaciones sutiles hasta arreglos ovalados, curvos, pellizcados u orgánicamente texturizados, bellamente distintos. Reconocidas por su lustre cautivador que captura la atención sin esfuerzo, se convirtieron en un elemento favorito que adorna la atemporalidad.

La mayoría de las perlas baroque de agua dulce cultivadas se inician mediante la nucleación del tejido del manto, en lugar del uso de la nucleación con cuentas. Por otro lado, las perlas baroque de agua salada cultivadas suelen adoptar una forma de lágrima, atribuida a la utilización de cuentas de nucleación esféricas.

Origen del Baroque

El cautivador término 'baroque' tiene sus raíces en la palabra portuguesa 'barocco', que significa 'imperfecto'. Este descriptor fascinante se vinculó inicialmente a las perlas y se documentó en un diccionario francés del siglo XVII, describiendo una joya con contornos singularmente imperfectos. Las perlas baroque, curiosamente, no tienen un lugar de origen único; encarnan una forma que trasciende las fronteras geográficas.

Formación y Cultivo

El fascinante viaje de la formación de perlas ocasionalmente se aventura más allá del reino del tejido blando. En ciertos casos, los quistes de perlas encuentran su morada dentro del abrazo del tejido muscular, participando en una delicada danza con la fuerza de su entorno.

Da forma a su destino, tejiendo un tapiz intrincado de capas no uniformes que da lugar al nacimiento de perlas de formas irregulares e imperfectas, cada una un testimonio de la armoniosa interacción de las fuerzas de la naturaleza.

Cualidades

Color: Blanco/grafito/plata metálica con matices multicolores, como azul, rosa, dorado y verde 

Tamaño: Las perlas barrocas son reconocidas por sus dimensiones sustanciales, abarcando un espectro notable que va desde unos generosos 8 mm hasta unos impresionantes 25 mm.

Forma: Vienen en una variedad de formas irregulares (BIWA, Moneda, Corazón, Arroz, Gemela, Keshi y más)

Brillo: Brillando con un resplandor lustroso y radiante, ofreciendo una miríada de planos y ángulos diversos a través de los cuales la luz
baila sobre su superficie nacarada, realzando la reflexión de la luz.

Valor

Ofrecen una asequibilidad atractiva, a diferencia de la perfección simétrica de las perlas redondas, que constituyen una pequeña fracción de cada cosecha de perlas de agua salada. Las perlas baroque reclaman con gracia casi la mitad de la cosecha, esta rareza inherente otorga a las perlas redondas un valor y costo elevados, convirtiendo a las perlas baroque en un tesoro de valor notable, permitiéndote disfrutar de la elegancia sin compromisos.